lunes, noviembre 02, 2009

Sarnath: Compartiendo Sabiduría

Después de mi escala Hindú en Benarés, decidí seguir los pasos del Buddha rumbo a Sarnath, el sitio donde dió su primer sermón después de su iluminación en Bodhgaya.
Sarnath queda a solo 13 km de Benarés y se puede visitar en el día. Sin embargo, elegí pasar la noche allí en un monasterio Tibetano donde alojan peregrinos y turistas para poder disfrutar del lugar con tranquilidad.

La Damekh Stupa conmemora el lugar donde el Buddha dio su primer sermón a sus primeros discípulos, unos cinco monjes que escucharon del gran Maestro una exposición acerca de lo que él llamó "Las cuatro nobles verdades" (tratan acerca de la naturaleza del sufrimiento o insatisfacción) y el "Noble Óctuple Sendero" que conduce al nirvana -la extinción del sufrimiento o insatisfacción.

La primera stupa en este sitio fue construida en el 250 AC por el emperador Ashoka. La estructura actual es la de una remodelación del año 500. Dicen que las stupas que construía Ashoka encerraban reliquias del Buddha. Son estructuras circulares y los peregrinos caminan alrededor de ellas en sentido horario mientras recitan sus oraciones y mantras o simplemente en silencio. Por supuesto que lo que queda de la Damhek Stupa son solo ruinas, como pasa con otros sitios Budistas en la India que fueron saqueados en diferentes invasiones y luego abandonados con la decadencia del Budismo en India para ser redescubiertos cientos de años más tarde en expediciones e investigaciones arqueológicas o accidentalmente.

Para el siglo VII había una comunidad de unos 3000 monjes Budistas viviendo en Sarnath en unos 30 monasterios. Hoy se pueden apreciar las ruinas de algunos monasterios en torno a la stupa, que fueron destruidos en invasiones musulmanas del siglo XII. Me causaba gracia la actitud de los monjes en su sitio sagrado, justo junto al cartel "Por favor no se siente ni camine sobre las ruinas".

El "Mulagandhakuti Vihara" es un templo Budista contruído en 1930 por una orden de monjes de Sri Lanka. Está justo detrás de la stupa y al amanecer y atardecer recitan el primer sermón del Buddha en pali, el idioma en el que hablaban en esa época. Disfruté mucho de la ceremonia. Detrás del templo hay un patio en donde el sermón está traducido a muchísimos idiomas, incluyendo el español, grabados sobre unas piedras de mármol.

De allí fui de vuelta a Benarés para tomar el tren que en unas 40 horas me dejaría en Chennai, de vuelta a casa de amigos para compartir mis aventuras por el norte y disfrutar de la hospitalidad India.